La vida y la obra de Pierre de Coubertin reposan sobre unos principios culturales capaces de resolver las contradicciones de la condición humana y de ofrecer a un mundo en plena transformación una nueva manera de pensar y de actuar.
Siendo aún escolar, Pierre de Coubertin siente ya la necesidad «de un remozamiento pedagógico»: «casi inconscientemente e impulsado por un extraño instinto, ponía en el banquillo de mi tribunal de niño a toda la pedagogía francesa», afirma el barón ante la Asociación Francesa para el Progreso de la Ciencia, el 26 de enero de 1889. A los veinte años comienza a dedicarse a la pedagogía comparada y efectúa durante varios años viajes al extranjero, indispensables para realizar sus observaciones. En 1887 responde a la campaña de los «higienistas» sobre el «agotamiento escolar», proponiendo como remedio la organización del tiempo libre. En 1906 funda la Asociación para la Reforma de la Enseñanza y publica a continuación, en tres tomos, un programa de educación integral titulado «La educación de los adolescentes en el siglo XX». Elegido presidente de la Unión Pedagógica Universal en 1925, elabora la «Carta de la reforma pedagógica», por un retorno a una vida más pura y de horizontes más amplios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario